Los Obama en el recuerdo a los fallecidos en el 11S
Coincidiendo con el octavo aniversario de los atentados del 11-S, he terminado de leer Un destino de leyenda de la periodista Mary Higgins Clark. Se trata de una novela que reconstruye la vida de uno de los padre fundadores de los Estados Unidos, George Washington. El libro desmonta la imagen frívola y seria de este personaje a través de su historia amorosa con su esposa, Martha Dandridge (Patsy). Una relación que extrañamente he asociado con la vida actual del presidente Obama.
Realmente narra con minuciosidad los detalles de la vida íntima de Washington desde sus visitas a Mount Vermon, la que acabaría siendo su hogar junto al río Potomac (hoy noticia por haber sido detenido un barco al entrar en zona restringida) hasta su sucesión.
Las más de doscientas páginas de este libro me han hecho sentir inmersa en el sentimiento de los colonos americanos desde el Congreso Continental del 74 y del primer presidente de la nación desde su infancia. ¿Por qué es tan fuerte este patriotismo? No lo sé. Creo que es algo cultivado con los años, germinado en la revuelta del té de Boston, madurado con el reservismo y las tradiciones porque nada más lejos de la verdad el “padre de la nación americana” no fue padre. Con dos hijos adoptivos muertos durante su juventud, sólo tuvo un hijo, la independencia. Una vida tranquila juntos a su esposa y sus hijos que arriesgó por una obsesión la protección de sus conciudadanos. Una obsesión que perdura hasta nuestros días. Y un patriotismo que hoy resucita y se instala en el sentir de los millones de personas que un día vivimos el 11- S.
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